Hace algunos años, Volvo se propuso como meta volcarse de lleno a la electrificación con el objetivo de llegar a 2030 fabricando solamente vehículos con impulsión eléctrica. Fue así como en 2019 comenzó a ofrecer versiones híbridas (enchufables y estándar) de casi todos sus modelos y dos años después amplió su catálogo a las puramente a baterías. Y el primero fue el C40 Recharge, un “crossover pure electric” para el segmento C que en nuestro país se comercializa en una sola variante, la Ultimate P8 AWD, que pudimos evaluar.